Después de la pasión de la semana pasada sólo quedan aquí muchas otras pasiones de baja laya, varias de ellas son de clientes, otras gratuitas y ociosas, unas más aisladas , de locos sin causa, advenedisos o impercibidos y finalmente, ninguna para tomar en serio. Estoy cierto que los únicos bienes imperecederos son la convicción de que todo tiene una mejor solución y la conciencia de que el cambio es permanente.
sábado, 18 de abril de 2009
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