lunes, 4 de mayo de 2009

COMO UN AMIGO EN YUCATAN

A veces estoy triste por que no paseo tanto como quisiera, pero fuera de esa pena debo decir que esencialmente estoy bien, con las naves quemadas para no regresar, en un lugar bellísimo.

Tanto hay que decir sobre Yucatán que la prosa no ajusta . Quisiera caminarlo, comerlo. bucearlo, nadarlo, vivirlo y el año no alcanza.
Aire limpio, noche oscura, silencio, paz y ahora para mi, tambien, muchos recuerdos de personas que han venido conmigo desde el principio, o desde hace varios años, incluyendo a mi mamá y hasta la que un día fue mi suegra... También la pena que siento por algunos que no han venido o que no alcanzaron a venir.
Montado en la bicicleta en la noche , en el centro, o en el Paseo Montejo... vamos, eso no lo tenía en México, aunque tuviera la estación del metro a una calle; pasear en el malecon de Progreso andarlo, en bici o en auto, esnorquelear , nadar o bucear en cenotes, ver esos bellísimos abismos acuáticos, eso tampoco lo tenía en México, lo más que veía eran escotes y eso a veces si mi mujer no estaba cerca. Ir a las zonas arqueológicas, a Uxmal, que es tan bello y cuya arquitectura se siguen robando los mormones, estar ahí de día muchas horas, ver el color de las piedras en la tarde, pernoctar y luego ver las estampas de Catherwood, probar toda , toda la cocina yucateca
( vale hasta un sencillo xcatic asado con mucho limón y poca sal) .
No, no hay narrativa que alcance , este lugar es bellísimo, lleno de colores , sabores y olores, está para hartarse de todo y hay más placeres que aún no descubro pero que ya intuyo, y sigo descubriendo.
Y aparte de todo lo anterior, se puede vivir de la profesión normalmente, como en cualquier otro lugar.
Por eso quemé mis naves, premeditadamente. Les invito a ver esta liga y a que me digan que le encuentran de objetable. http://www.youtube.com/watch?v=1F6-mylHL4U

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